Luís Bassat, publicista, mecenas y aficionado al mar y al ciclismo (foto: A.J.) |
[Entrevista publicada en la revista 'nautas', en el número de invierno del 2005-06]
Luis Bassat, creativo, publicitario,
comunicador, responsable de una de las firmas internacionales de comunicación
más importantes, Bassat Ogilvy, es, a parte de un gran 'rutero' en bicicleta, un aficionado a los deportes de mar y un apasionado del arte. Estas dos vertientes le motivan en la actualidad a impulsar dos proyectos de trascendencia personal: hacer viable la proyección
de los deportes náuticos en los medios de comunicación audiovisual y consolidar un museo especializado de arte contemporáneo en la localidad donde
vive, Sant Andreu de Llavaneres. El primero, es un gran reto
profesional, sin duda, el segundo, una
ilusión personal, muy importante para él, que tiene como objetivo el
reivindicar una generación de artistas y creativos que tuvo su explosión entre
la década de los sesenta y la de los ochenta, y que ha pasado un poco
inadvertida, incluso olvidada. Un periodo que coincide con el ciclo de mayor efervescencia
personal de este creativo de la publicidad y la comunicación que el es propio
Bassat.
- Es factible proyectar el espectáculo de este tipo de
deporte en los medios audiovisuales?
Por
descontado. El deporte náutico es muy bello. Es fotogénico, dinámico y
visual. Además está demostrado que interesa a mucha gente. Al practicante,
sobre todo, Pero también tiene un potencial enorme, en cuanto a futuros espectadores.
Crea aficionados. Esa gente que, sin practicarlo, le gusta verlo y seguirlo, por
el simple poder que tienen sus imágenes. Esto es fundamental.
- ¿El deporte de mar atrae, pero cuesta
mucho ponerlo en bandeja?
Es
dificultoso por que se realiza fuera de una cancha convencional, porque está
sujeto al capricho de la meteorología y no hay gradas en las que la gente se
pueda congregar, Pero tiene la fuerza de su propio desarrollo, que en sí ya es un
espectáculo. Y las dificultades que puede haber, tecnológicamente hablando, son
subsanables. La dificultad de ponerlo en bandeja, ya no existe. En todo el mundo las retrasmisiones de regatas
son un hecho cotidiano, No es nada nuevo, En los Juegos de Barcelona, ya se
realizaron, y a partir de entonces, en muchos países se están cubriendo con
normalidad, desde las regatas olímpicas, a los trofeos de grandes eventos
internacionales de vela, La misma Copa América, que la estamos viviendo en
Valencia, es un ejemplo de lo dicho. Solo es necesario encontrar la voluntad de
hacerlo y divulgarlo.
- La vela, es una gran desconocida a
nivel audiovisual. Dicen que es una actividad que solo interesa a una minoría…
No
creo que la vela sea para una minoría. Al contrario, la vela cada vez va a más.
En todo caso puede ser para una inmensa minoría. La vela es un gran espectáculo,
que tiene la ventaja de que se ve mejor en televisión, retransmitida, que en el
propio campo de regatas. Sucede igual que con el ciclismo, se sigue mejor una
carrera por televisión, que estando esperando en la carretera a que venga el
pelotón y que solo dura unos pocos minutos.
- ¿Le falta a la vela, un Angel Nieto, un Manuel Santana,
n Severiano Ballesteros, un Fernando Alonso para convertirla en algo más mediática, como lo es el motociclismo,
el tenis, el golf o el automovilismo?
Hoy
por hoy tenemos a los mejores navegantes, regatistas, además de estupendas
tripulaciones internacionales. Tenemos campeones del mundo, medallas olímpicas,
estamos presentes en las mejores competiciones náuticas. Y cada vez hay más público.
Solo hay que saberlo potenciar.
- ¿Usted practica deportes náuticos?
Vivo
en una población, Sant Andreu de Llavaneres, que esta volcada al mar. Sin ver
el mar, yo no podría vivir. He practicado
todos los deportes de mar, incluso hice la preparación olímpica en remo, para
los juegos de Roma con Pepe Rabell. Soy un apasionado del mar, y de otros
deportes, por descontado. Pero el deporte que practico de verdad es el ciclismo. Cada día he de realizar mi paseo matutino a orilla
del mar, en donde vivo. Es una necesidad. Y rodar por las montañas del Maresme y el Vallés.
- ¿Y también es un aficionado al arte?
Desde
niño. He vivido siempre rodeado de arte. Mis padres eran unos aficionados a la
pintura y a la escultura y de una forma natural he convivido con él. Mi familia
eran de las que acudían siempre a las exposiciones de galerías. Creo que mi
sensibilidad creativa procede de este entorno que respiré desde muy joven. Y
esto me inclinó a coleccionar arte.
- ¿Y de promocionarlo?
Sin
duda, De aquí la idea de hacer un museo para revalorizar un periodo artístico
de gran importancia en nuestro país, y que personalmente, creo, está un poco
olvidado.
- ¿Cual fue su primera obra de arte
adquirida?
Recuerdo
que justo cuando me casé, el arquitecto que construía mi casa, Pep Bonet, hablando
de arte y tendencias, me recomendó en una de nuestras tertulias, conocer la
obra de un artista, muy novedoso en aquel momento, llamado Angel Jové. Un
pintor leridano, que luego protagonizaría una película de Bigas Luna, llamada 'Bilbao', Cuando vi su obra, me cautivó, por su originalidad y creatividad, y
decidí comprarle un cuadro. Valía 6000 pesetas, y como no tenia suficiente dinero, me avine con el
artista a pagarlo a plazos, de mil
pesetas cada mes, así en seis meses ya
podía decir que era mío.
- ¿Que año era ?
En
1965. Fue el primer cuadro de mi futura colección. Le tengo un cariño especial.
- Pero su pasión por el arte le llevó a más…
Sí,
necesitaba el arte, como el comer, el beber, o el respirar. Como elemento
creativo era imprescindible para mi propia proyección profesional. Además el
arte me sirve de estimulo y de comprensión del entorno que me rodea... Tanta
fue mi pasión por el arte, que incluso en el año 1973 abrí una galería de arte
en Barcelona, llamada Adria, y que tenia como lev motive, el proyectar y dar
salida a importantes artistas del momento, y nuevos valores, hoy auténticas
figuras del arte contemporáneo, como eran Ginovart, Rafael Casamada, Artigau,
Serra de Rivera, etc.
- ¿Era una forma de tener más
de cerca a creadores?
Era
una forma de vivir intensamente mi pasión por el arte y mi estima y admiración
hacia los artistas. Quienes exponían en esta galería, a parte de una relación
mercantil, había una relación de amistad, que en verdad era lo que me motivaba de
llevar una galería.
- ¿Este cariño hacia el arte y su
proyección hacia el gran publico es lo que le ha llevado ahora a crear un museo
de arte contemporáneo en la localidad donde vive?
En
cierto modo, sí. Siempre he sido un impulsor de ideas, de productos, y con
ellos a mis clientes. Mi oficio como publicista, lo tengo muy en las entrañas.
Toda mi vida he estado promoviendo, dando a conocer, impulsar, con la
publicidad, la creatividad y el marketing, productos e ideas, a clientes,
instituciones, entonces, me pregunté, porque no hacer lo mismo con el arte contemporáneo,
aprovechando la colección que tengo y decidí poner en marcha este proyecto.
- Un proyecto que quiere llenar un hueco…
Este
proyecto de museo de arte contemporáneo,
tiene como vocación ser una plataforma para dar a conocer a una generación de
creativos, que han pasado desapercibidos, entre la actual generación de
artistas y la generación que surgió tras la postguerra. Es dar cabida a una
generación que tuvo su máximo
exponencial entre la década de los 60 y los ochenta, y que ha quedado
ensombrecida, y no se sabe bien bien por qué.
- ¿El museo estará abierto a todos los
artistas de esta generación?
En
principio yo aporto mi fondo, que es un
recorrido por esta generación, ya que muchos han sido amigos míos. Son artistas en los que creí en su momento, y ahora
aún más porque tienen unos valores excepcionales. Pero a parte de mi colección, el museo ha de estar abierto a
otras adquisiciones, por descontando. Es necesario, para que tenga un carácter
mucho más completo.
- ¿Por que es un periodo un poco
olvidado?
Puede que por ser tan cercano. No sé.
Incluso en instituciones museísticas públicas no hay una gran representación de
estos artistas. Un ejemplo es Barcelona,
donde está el Museo de Arte Moderno de Barcelona, cuyo recorrido lsólo llega hasta
la década de los 40 y el mismo MACBA,
que empieza su recorrido en los años 80. Hay un paréntesis en blanco, de estos largos
40 años intermedios, donde no hay nada de nada. ¡Cuando fue una época muy
creativa y vital!.
- ¿Qué nombres caracterizan esta época?
“A
priori” tenemos una lista de unos 70 artistas que han de estar en el museo y
que responden a una generación, que si bien está reconocida en todo el mundo, y
que figuran en muchas colecciones particulares, no han tenido oportunidad de
estar en grandes museos.
- ¿Entre ellos?
Es el cado de los Arranz Bravo, Bartolocci, Miguel Vila, Gerard Sala, Joan Brotat, el
aragonés Víctor Mira, los valencianos Boix, Heras y Armengol, el mallorquín
Barceló, que hace de unión a la siguiente generación, con nombres como Gino
Robert, Ramon Enric, Isabel Saludes, Phillip Stanton.
.
- Otra pasión que tiene es la escultura.
Si.
Es otra de las grandes olvidadas. Tengo en proyecto convertir una riera
del Maresme, en un paseo de esculturas monumentales, con aportación de los más
destacados creadores. Hacer un trazado peatonal similar al existente en Santa
Cruz de Tenerife, donde hay un paseo peatonal, con obras de escultores
contemporáneos como Henri Moore, entre otros.
- En Llavaneras, ¿de qué obras
hablaríamos?
He
contactado con Manolo Valdés, un valenciano residednte en Nueva York, y que está
entusiasmado con la idea. También están interesados, Sergi Aguilar, el
valenciano Andreu Alfaro, Xavier Cordero, el argentino Marcel Martí, Manuel
Sola, José Luis Pascual, Enric Planadevall y Josep Maria Riera i Aragó.
- Conocedor del arte como es, ¿que
tendencia del arte le gusta más?
Me
interesa todo, desde le abstracto, hasta el actual neofigurativismo. Valoro, más
que la tendencia, o el estilo, lo que trasmite el artista. Mi vinculación con
el mundo de la creatividad, me hace ser solidario y comprender mucho al
artista, como persona y creativo. Veo que tenemos problemas comunes, y sé compartirlos
y respetar mucho una obra.
- ¿Su artista admirado?
Por
descontado Picasso. Es el fenómeno del siglo XX. Supo recrear de nuevo el arte,
darle nuevos caminos. Supo ir por delante de sus admiradores, que incluso ante
sus innovaciones, no podían entenderlo y después los supo convencer de que lo
que hacia, era sincero. Dio a entender una nueva forma de ver el arte y sobre
todo que gustara. Fue un genio.
- Un autentico comunicador, ¿no?
Si,
eso un comunicador, que utilizaba el arte como expresión máxima de su persona.
Esto, creo, es su gran valor.
Angel
Joaniquet
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