lunes, 24 de junio de 2013

Manuel Calavia (regatista de la 'A Class' y abogado)

Manuel Calavia, regatista bicampeón de Europa en la Clase A (foto: A.J.)

[Entrevista publicada en la revista 'náutas',  núm. 15 -otoño 2008-]

“NO SE ENTIENDE EL MENOSPRECIO HACIA EL CATAMARÁN EN LOS JJ.OO. DE LONDRES”

Manuel Calavia, abogado de derecho mercantil es un regatista nato y algo inhabitual. Dos veces campeón de Europa de la Clase A, deportista del RC Náutico de Barcelona, empezó a navegar por que sus padres, por asuntos laborales [ambos son catedráticos de Derecho], tuvieron que “colocar” a su hijo “en unas colonias de verano en el mes de julio”, y por casualidad unos amigos de Palma de Mallorca les recomendaron que hiciera vela en la Escuela de Cala Nova. Tenía 10 años y allí, sin tener ninguna referencia familiar náutica, empezó a navegar, y sorprendió tan gratamente al director de la escuela, que recomendó a sus padres que si podían, “Manolo continuara navegando”. Donde veraneaba habitualmente, en Calafell (Tarragona), no habían escuelas de vela convencionales, que es donde se inician los niños en las flotas de Optimst, por lo que comenzó a navegar en Hobbies, debido a que allí había una tienda de este tipo de embarcaciones. A los 13 años, Luis Fernández, que trabajada en esa tienda, le introdujo en la competición en el circuito a nivel nacional. A los 16 años descubrió la Clase A, gracias a Fernando León, recién llegado como oro olímpico de Tornado de Atlanta’96, que el hizo probar el suyo. Y posteriormente, se convirtió en el 'esparring' de Fernando Echavarri y Antón Paz, cuando se preparaban con el objetivo Atenas 2004. Y todo ello combinando su tiempo con los estudios de Derecho y su posterior practica laboral como abogado.

-¡Vaya agravio por parte de la ISAF en retirar el multicasco, los catamaranes, del programa de la Regata Olímpica en los Juegos de Londres 2012!
            Sí, una verdadera ofensa, que raya el despreció. Quienes navegamos en “catas” nos sentimos maltratados. No se entiende como un tipo de navegación, que a nivel mundial supone el 25 por ciento de los practicantes de la vela, y que desde los juegos de Montreal está representada en la Regata Olímpica, ahora, quieran marginarla.

-Y además, ¡en los juegos de Londres, cuando el Tornado fue diseñado por un británico!
            No está todo decidido aún, hasta noviembre que se reunirá la ISAF y se decidirán los veleros de los Juegos del 2012, pero todo parece indicar que se van a cargar los catamaranes.

-¿Una “alcaldada” más de la ISAF?
            No se entiende esta medida, sobre todo teniendo en cuenta que para el programa olímpico de la vela lo que se pretende es que estén representados todos lo tipos de vela, no ya las clases, sino los tipos de embarcaciones, así están los dinghis de orza abatible, los quillados, los skiff, las tablas de vela, y hasta el momento los catamaranes. Que supriman esta última modalidad, es una falta de consideración hacia muchos regatistas que navegamos en multicasco.

- ¡El desatino afecta a lo mejor de la vela española!
            Por descontado. Somos, con Fernando Echavarri y Antón Paz, actuales oros olímpicos y varias veces campeones del mundo de esta clase Tornado. España es una potencia en multicasco. Pero no es solo una cuestión española. La navegación en multicasco es una de las más extendidas del mundo, con gran concurrencia en países como Australia, Gran Bretaña, Francia, Argentina, Brasil. No se entiende, por qué una clase tan universal la eliminan del olimpismo, No se entiende, tampoco, por que además es una clase espectacular, de navegación rápida, donde los mejores navegantes de otras clases también navegan en multicasco. Y con el agravante, de que fue la clase que mayor audiencia televisiva tuvo en los pasados Juegos. Y, según dicen, al COI y a la ISAF, ahora solo les preocupa la cuestión televisiva, por lo que aún se entiende menos esta decisión.

- No es un ataque al Tornado, sino a la modalidad del multicasco…
            Por descontado. A quienes nos gustan los catamaranes, entenderíamos que se sustituyera el Tornado por otra clase de embarcación, pero siempre que fuera otro multicasco. Parece que la ISAF quiera echarnos de la vela, que nos quiera marginar. Esto ha herido muchas susceptibilidades, sobre todo en grandes regatistas del catamarán.

- Lo tuyo es el catamarán 'clase A'
            Es en lo que navego en la actualidad, pero también he navegado en  Hobbie, en Tornado, cuando estuve en el equipo olímpico, como 'esparring', precisamente de Fernando y Antón para los Juegos de Atenas.

-En la 'Clase A' has conseguido estar entre los mejores de Europa
            Tengo dos títulos europeos, y ahora me preparo para el mundial que se disputará en Sydney en el mes de enero del 2009.

-Veo que andas algo lesionado
            Sí, el pasado mes de agosto, en el campeonato suizo de Clase A, me rompí el ligamento lateral de la rodilla. Ahora me estoy recuperando, bajo la dirección de Jose Luis Doreste, y todos pensamos que estaré a punto para enero.

-¿Como definirías la clase?
            La Clase A es un tipo de catamarán con una norma muy abierta, totalmente diferente, en cuanto a filosofía, a un monotipo olímpico. Es un barco individual, y que solo tiene cinco reglas que homogeneiza la embarcación, que a parte de ser un catamarán de dos cascos, no ha de superar los 5.49  metros de eslora, no ha de tener una manga mayor de 2.30   metros, la superficie vélica ha de ser hasta 13.94 metros, pesar más de 75 kg y está prohibido los “foils”, para no elevar excesivamente la embarcación sobre el agua. A partir de estas reglas, uno se puede fabricar, o diseñar, el barco como quiera, lo que ha hecho que evolucione mucho esa clase, y haya sido una de las avanzadas en la aportación de las nuevas tecnologías a la vela, desde los materiales de carbono, hasta la forma de las velas, en cuya evolución después han sido copiados por otras embarcaciones, desde las tablas, hasta los propios barcos Copa América.

-¿Una clase evolutiva y dinámica?
            Es de las que más. Y además totalmente amateur. En el circuito nos encontramos a grandes navegantes que han hecho historia en la vela, desde “copas américa”, hasta olímpicos, que ven en esta clase, una forma divertida de continuar navegando, recuperando las sensaciones típicas de quienes nos gusta competir y navegar al límite. Es un barco muy rápido, cómodo y técnico.

-¿A quien te encuentras en las regatas a nivel internacional?
            Es una clase donde hay muchos “tornadistas”, que dejan la navegación de alta competición y se pasan a la Clase A. El ser una embarcación individual es una ventaja. Por lo que en los circuitos hay gente de mucha calidad y personalidad que les gusta navegar. Muchos me dicen que es un barco con el que te quitas el mono de regatear, ya que es excitante y hay mucho nivel competitivo. Soy muy amigo del australiano Scott Anderson, medalla de plata en los juegos de Barcelona, y que a pesar de que vive en Austria, estuvo mucho tiempo en España, como entrenador de la campaña de Tornado con Carlos Santacreu y Pepote Ballester, y que se casó con una chica de Denia. Otro australiano que está en los circuitos es Glenn Sabih, que junto con  Darren Bundock, quedó segundo en Tornado en Pekin, y que es otro forofo de la clase A, para no decir nombres como el estadounidense Pitt Melvin, Mich Bub, el australiano, Steve Brewwin o el español Fernando León, oro en los Juegos de Atlanta con Pepote Ballester, y que fue quien me introdujo en el mundo de la Classe A, cuando coincidimos en 1997. Era cuando estudiaba COU y fue en una Copa de España de Catamaranes. Él navegaba en la Clase A y me cautivé por ella, Hasta entonces había regateado solo en Hobbie Cat.

-¡Vaya pasarela de famosos!
            Si es que a quien le gusta la navegación en catamaranes, al final acaba en la Clase A. No lo digo yo, lo dicen ellos, y no solo ellos, sino quienes les gusta la navegación pura. Por ejemplo, sé que el caña del 'Lunna Rosa', en la pasada America’s Cup, que ahora está enrolado en el Oracle, James Spithill, ya ha aparecido en regatas de Clase A, y posiblemente estará en el mundial, y como el diseñador de velas del Alinghi, Luc de Bois, ha sido mi rival en los últimos campeonatos y en el europeo. El rumor de que la próxima Copa América se dispute en catamaranes, creo que ha alentado este fervor.  En el próximo mundial, a parte de estar todos ellos, también vendrá un mítico en la clase, el alemán Mils Bunkernburg, campeón mundial en el 2001 y 2003, y que tras un periodo de “stand bay”, por motivos laborales y paternales, ahora irrumpe de nuevo en el circuito.

-¿Como puedes combinar tu vida privada, con esta exigencia de alto nivel de regatas?
            Hasta ahora he podido. Tengo la suerte de que por mi opción profesional, lo puedo combinar. Soy abogado en derecho mercantil, y el bufette donde trabajo, la firma auditora y de abogados Mazars & Asociados, han entendido que puedo compaginar ambas facetas, cosa que agradezco mucho.

-¡Vaya suerte!, ¿como lo has hecho?
            Entienden que, si cumplo con mis obligaciones laborales, es bueno que tenga un proyecto personal a desarrollar, y me han apoyado tanto moralmente como en medios, para que pueda continuar mi proyecto deportivo, ya que es un componente al desarrollo integral como persona. Eso sí, siempre que la disponibilidad del trabajo lo permita y pueda recuperarlo.

-¿Como abogado mercantilista, ahora debes tener mucho trabajo?
            Siempre. Desde que hace cuatro años empecé a ejercer la carrera, no he parado. Antes y ahora. Hoy, con la crisis financiera,  -hacemos la entrevista el vienes antes del lunes negro del pasado 28 de septiembre- tenemos muchos casos. Pero si hace poco, el trabajo era por la misma euforia económica, ahora es por el parón que estamos viendo. Lo que ha cambiado es que si antes había mucha liquidez y dinero y se se producían muchos procesos de fusiones, adquisiciones, etc., ahora es todo lo contrario.

-¿Es una crisis seria?
            Sí. Mucho, los mercados financieros están dolidos.

-¿Por suerte te queda la vela, para desconectar?
            Para desconectar y ver las cosas desde otras perspectivas, que te sirven para solucionar, después, las necesidades de primer orden. Lo bueno de la vela es que me ha servido a ser disciplinado. Yo de pequeño era un desastre y lo pude lo superar gracias a ella. Aprendí a saber organizar “mis momentos”, ya que al estar tan ocupado, tenía que jerarquizar y saber elegir en que iba a emplear mi tiempo.

Angel Joaniquet


El catalejo

¿Qué es la 'clase A'?

El reglamento de la Clase A Internacional de catamaranes se escribió en 1967 y se limitaba únicamente a 4 reglas básicas eslora máxima (5.49m), manga máxima (2.30m) superficie vélica máxima (13.94 m2) y peso mínimo (75 kg). Acotado a esta simple norma, cada regatista puede diseñar o pedir que le diseñen un catamarán, para competir en sus circuitos. Aún siendo una clase de desarrollo de diseño y materiales, [por lo que es muy abierta en cuanto a concepción y armamento], en el año 2001 se incluyó la prohibición de uso de hydrofoils, no sin cierta polémica.
Considerando la libertad con la que se cuenta a nivel de concepto en esta clase, paradójicamente todos los diseños existentes de Clase A utilizan mástiles ala orientables en carbono pre-preg curados a alta presión y temperatura con una altura estandarizada de 9 metros. El mástil está sujeto por dos estáis y dos obenques que se dirigen a sendos cascos y que parten del mástil desde un mismo cadenote situado aproximadamente a 6/9. Por lo que la optimización náutica de su “evolución natural”, se proyecta hacia un tipo muy similar de embarcación.
El Clase A fue el primer barco en introducir en el año 1987 la hoy habitual vela big-head (de forma trapezoidal) usada prácticamente en la actualidad en todos los barcos de competición más radicales, desde la IACC (Interncional American Cup Class) hasta los ORMA (grandes catamaranes) e IMOCA (veleros de vueltas al mundo), que reduce la resistencia inducida y da un carácter de flexión dinámica a la perilla del conjunto palo-vela con una doble función: aumentar el twist y vaciar a sotavento ante una racha. Se navega en solitario y se usan trapecios para aumentar el momento adrizante.
El Clase A supera los 10 nudos en ceñida y se aproxima a los 25 al largo. Según el arquitecto naval Sito Avilés: “Es un barco muy equilibrado y noble en el que se controla todo desde el trapecio. Las sensaciones que el Clase A aporta hacen que sea considerado por muchos como el barco más elegante jamás concebido.”