sábado, 22 de diciembre de 2012

Antoni Tapies (pintor)

Antoni Tapies en su casa de Barcelona, en junio de 1981, a cuatro mese de su exposición en New York (foto: Sergio Lainz)

[Entrevista publicada en la revista 'Cara a Cara',  de julio 1981]

IDENTIFICADO CON LA CULTURA SUNG

A Antoni Tapies se le encuentra en todos los tratados de pintura contemporánea. Es pretensioso resumir su aportación al arte de hoy con unas cuantas palabras. Los principales museos del mundo hospedan su obra y el reconocimiento de su labor no se basa en el vagabundeo del artista en mejorar su imagen o a sus relaciones públicas.  Puede que sea por que se identifica co la cultura china de la época Sung. No quiere desarraigarse de sus origenes, por ello vive entre Paris y Barcelona, aunque, Nueva York, es, eventualmente, el otro vértice del triángulo de su actividad.

-¿Por qué eventualmente Nueva York?
            Si bien es verdad que paso gran parte de mi vida entre París y Barcelona, últimamente paro mucho por Nueva York. Ahora voy bastante, pero siempre de forma ocasional. Por algún tipo de compromiso. A modo de anécdota te diré que no me gusta ir a Nueva York por que me da un miedo terrible cruzar el Atlántico en avión. Por eso intento ahorrar al máximo los viajes hacia allí… Me han propuesto hacer una exposición en el Museo de Arte Moderno de México y he rogado que la hagan coincidir con mi estancia en Estado Unidos, el próximo octubre, para aprovechar mi presencia en América y no tener que cruzar de nuevo el océano.

-Si tú presencia física, que no artística, es esporádica en Nueva York, no ocurre lo mismo en la ciudad del Sena. ¿Cómo fue tu descubrimiento de París?
Ir por primera vez a París, en el año 50 y por medio de una beca que me concedió el gobierno francés, fue para mí descubrir la libertad. En unos momentos en que aquí tenías todo tipo de censuras, llegar a París y ver que podría comprar en una librería la obra que me daba la gana, con plena libertad, y tener la seguridad de que el autor había escrito lo que realmente había querido, sin  ningún tipo de presión externa, ni censura, fue una experiencia realmente importante para mi en aquel tiempo.

(La habitación de la casa estudio de Tapies en el barrio barcelonés de Sant Gervasi es agradable. Un exuberante jardín interior crea una atmósfera sombría, acogedora en un caluroso día de junio).

-¿Y tú conocimiento de Nueva York cómo fue? En realidad has sido uno de los europeos adelantados en descubrir la magia de Manhattan…
Mi encuentro con Nueva York va ligado estrechamente al momento del triunfo de la pintura americana al principios de los 50, una corriente que era muy poco conocida en Europa.

-Por aquellas fechas montaste una exposición en Chicago.
Sí, en el 53. Lo importante de aquella muestra fue que me sirvió para conocer en vivo un tipo de pintura que se hacía en América y de la que Europa no estaba aún informada. En este sentido, me sirvió para adelantarme en el conocimiento de la pintura americana.

-¿Era el action-painting?
Sí, con pintores como Pollock, Kooning o Motherwell.

-Y aquel contacto debió serte muy útil
Evidentemente. Me fue muy útil, y no solo por conocer las pinturas, sino también por tratar a las personas que las hacían. Con Robert Motherwell, por ejemplo, he mantenido una gran amistad desde entonces.

(Un Picasso, un Miró, una tablilla funeraria del Egipto de los faraones, una madera policromada del mejor románico catalán, forman parte de la decoración de la estancia donde conversamos, en perfecta armonía con la vegetación que brota tras la vidriera)

-¿El cambio del centro de creatividad mundial, sobre todo después de la segunda Guerra Mundial, de París a Nueva York, ha significado algo en el arte? ¿Existe realmente una fiebre creativa en New York o el cambio se debe simplemente a que el dólar ha preferido dominar el mercado artístico desde casa, desbancando por la fuerza a París?
Mira. Esta es una historia que depende de quién te la explique. El que vive en Nueva York piensa que es el centro de todas las actividades artísticas, los que están en París, te dirán lo contrario. La verdad es que las grandes exposiciones generales siguen produciéndose en París. A lo mejor porque allí hay mayor tradición de mostrar cosas que se producen en otros países.

-A pesar del tópico chauvinismo.
Es curioso, pero a pesar del chauvinismo. En cuestión de arte los franceses han sido muy abiertos y han sabido crear una Escuela de París, cuyos integrantes son casi todos no franceses.

-Antoni, ¿crees que existe un temperamento artístico mediterráneo, latino, y un temperamento sajón?
Hoy el mundo está perdiendo fronteras y estas limitaciones no se ven tanto. A pesar de ello, hay gente que continúa creyendo que el Mediterráneo es el ombligo del mundo cultural. Yo no lo creo. Creo que durante los últimos siglos la cultura anglosajona ha sido la que ha marcado los grandes hitos de la Humanidad, pero, claro, también ha tenido grandes errores.

-¿Cómo cúales?
El desarrollo de la cultura sajona ha estado muy ligado a la explosión de la técnica y del industrialismo y hemos de reconocer que no ha sido muy feliz el resultado de este maridaje. Al lanzamiento de la técnica y de la industria no lo ha seguido, paralelamente, un avance del desarrollo espiritual de la persona. Ha existido un gran desfase.

-Tú, precisamente, has estado encasillado en un tipo de arte que es muy propio de la sociedad industrial, la sociedad urbana; lo que los entendidos han llamado arte pobre, arte sucio: el informalismo.
Los críticos encasillan. Yo nunca he pensado que hacía arte informal, igual que Bracque o Picasso nunca supieron que ellos experimentaban a principios de siglo con la pintura cubista. Esto lo han dicho los críticos. A mí no me gustan las etiquetas e intento defenderme de ellas.

-Por lo que dices, no crees en la intelectualización del arte. ¿Para producir tienes que estar inspirado?
Yo soy un gran intuitivo. Creo que el mecanismo de creación del artista siempre ha tenido que ser la inspiración. Aunque no sé si esto tiene que ver con las antiguas musas. Son impulsos inconscientes, en el sentido de bucear en los más hondo, y no sólo en el de tu propio yo, sino en el inconsciente colectivo. Creo que éste es uno de los motores del artista.

-¿Un graffitti, una pintada callejera, puede responder a éste estado de ánimo, a este sentir inconsciente de la colectividad?
Yo ya he dicho alguna vez que a mí leer una pintada, ver un signo en un muro de la ciudad, una protesta, siempre me ha causado una rara emoción, a veces mucho más que observar un cuadro en un museo; y esto es debido a que todo signo plástico es para mí de mayor importancia cuando su contenido vivo responde a una motivación apremiante de protesta o de lucha por algo urgente.

-¿Crees que el arte ha de responder a una funciónalidad concreta en el momento social en que vive el artista, más que a su capricho creativo?
Ambas facetas se combinan. Se ha dicho que las circunstancias socioeconómicas, el ambiente que rodea al artista y tal, le influyen. Es decir que el artista sería una especie de notario social. Pero a veces pienso que es al revés, que la inspiración del artista por sí misma puede forjar la realidad social y económica. La cultura es como una bomba de relojería que puede explotar en cualquier momento. Sus efectos a veces no son sólo contemporáneos; puede ser que incluso estén pensados para el futuro.

-Para simplificar hemos dicho que tú has estado encasillado en un tipo de arte definido por la civilización industrial, por la civilización urbana, ¿Crees que puede existir hoy un arte rural?
Más que rural, yo diría que de vuelta a los ritmos de la naturaleza. Es lo que promueven los movimientos genéricamente englobados en el concepto de ecologistas. La vuelta a la naturaleza es necesaria por eso que explicábamos antes, por el desfase entre el gran desarrollo de la técnica y el infradesarrollo del hombre sumergido en la civilización de la técnica. Nuestras raíces están en la naturaleza. Es lógico que hoy haya una tendencia de volver a ella, y supongo que esta tendencia creará un tipo de cultura, en definitiva, un tipo de arte.

-En tu tiempo libre, ¿qué haces?
Pues no sé. No sé qué contestarte. Creo que no tengo nunca momentos de ocio. Este es el problema que me plantea tu pregunta. No sé si mi vida es un ocio continuado o un trabajo ininterrumpido.

-Supongo que pintar, para ti, no es ocio.
Depende. Hay veces que pintando constato que me divierto, sobre todo buscando nuevos materiales, haciendo pruebas. Cuando dejo de pintar dedico el tiempo a prepararme, porque opino que lo importante para mí no es ser un buen pintor, sino un hombre decentemente formado, un hombre con una mínima formación espiritual.

-¿Y de tu formación física qué? ¿Practicas algún deporte?
He estado muy desconectado del deporte, de muy joven estuve gravemente enfermo de los pulmones y aquello me imposibilitó practicar el deporte de una manera seria. Lo que si hago es andar por el bosque.

-¿Coleccionas algo?
No tengo una manía coleccionista, pero sí me gusta estar rodeado de cosas. Ya desde joven me habían influido, me habían estimulado espiritualmente a coleccionar. Siempre me ha gustado tener cuadros y objetos. Y sobre todo libros. Soy un coleccionista de libros. Soy de los que siguen pensando que son nuestros mejores amigos.

-¿Qué libros tienes?
De todo. Quizá tenga una cierta debilidad por el libro ilustrado, o por el libro como un objeto estético en su conjunto.

-Sé que te interesa la gastronomía. ¿Existe algún tipo de cocina, de plato por el que tengas una especial predilección?
No. No soy un gran sibarita en lo gastronómico. Aunque tengo gran apetito, no soy un gourmet, debido, posiblemente, a mi salud. Me gusta que la cocina sea lo más natural posible. Me gustan las comidas crudas. Creo que es lo que defiende la llamada “nueva cocina francesa”, que tiene muy poco de nueva. Por esto me gusta la cocina japonesa y la vietnamita, que aparte de entusiasmarme como todo lo que proviene de Extremo Oriente, tiene esa característica de ser muy naturales, con muchos elementos crudos. Mucha gente interpreta esto como propio de una cocina pobre y yo creo que es la más rica, sana y adecuada. Un tipo de cocina donde abunda la brasa, y las hortalizas, sin grandes complicaciones culinarias como lo es la que se basa en cremas de leche y muchas grasas, tipo francés.

-Similar a algunos platos que se encuentran aquí en Cataluña.
Muchos japoneses a lo que he acompañado en restaurantes de Barcelona me han señalado que nuestra cocina es muy natural y que en cierto modo se parece a la suya. Por otro lado, creo que esta tendencia a lo natural en el comer se da ahora en todo el mundo. En París, en Londres, en Tokio, hay ganas de ofrecer naturalidad, presentada además con un gran gusto estético.

-Ya que has utilizado la palabra, ¿Qué es para ti la estética?
Es una cosa muy simple y a veces muy complicado de definir. Para mí la estética sigue estando en las grandes tradiciones ligadas siempre a los medios o instrumentos para alcanzar el conocimiento, y sin olvidar que este conocimiento sólo se puede conseguir mediante un comportamiento ético. En pocas palabras, creo que la estética y la ética son una búsqueda para el mejoramiento del hombre, una búsqueda del conocimiento y del comportamiento correcto de la humanidad, en la que por tanto, la política no está ausente.

-¿Crees que es importante la firma en un cuadro?
Yo creo que sí, ¿eh? Parece una  cosa un poco tonta y hay gente que piensa que la firma solo sirve como exponente del valor monetario de la obra, pero yo lo veo de otra manera, en el sentido de poder identificar fácilmente si un cuadro es de Picasso, Miró, o de quien sea…

-¿Solo con el contenido de la obra no se puede identificar la personalidad de un artista?
A veces no, hay artistas que varían mucho de estilo, es el caso de Picasso. Es importante saber que un cuadro es de un artista determinado. Cuando la gente sabe que el cuadro que mira es de un autor determinado, no solamente ve lo que está mirando sino que tiene también todo el eco de las demás obras que el artista ha creado con anterioridad. Esto ayuda a comprender más el mensaje del pintor.

-Dentro de la historia de la humanidad, ¿qué periodo te gusta en particular, en el caso de que exista algún periodo que te agrade?
El periodo que más me atrae en pintura es el que desarrolla la cultura humanista china, en la época Sung, del siglo X al XIII de la era occidental. Es uno de los grandes momentos de la cultura clásica china, una época que podría representarse por medio de aquellos dibujos en tinta china de una sobriedad y una sencillez de trazado verdaderamente deslumbrante.

-¿Te sientes más identificado con las culturas orientales que con la cultura occidental?
Sí, mucho más. Tengo la sensación de que un tipo de sabiduría como la del budismo zen hoy día es mucho más comprensible, mucho más próximo a una mentalidad contemporánea que todas las carcasas de la educación tradicional que hemos recibido en Europa.

-Háblanos de tu próxima exposición, la que vas a presentar en Nueva York en octubre.
Sobre esto tengo que decirte que no soy de ese tipo de pintores que preparan una exposición. Mis exposiciones nunca han tenido una coherencia temática, ni sus obras están encuadradas bajo un calificativo común. Yo trabajo cuadro por cuadro y cada cuadro es en sí mismo una individualidad, autónoma e independiente. Un cuadro ha de tener por sí solo suficiente fuerza y personalidad. Por lo tanto no trabajo con una temática única. Lo que he hecho desde que acabé mi exposición en Barcelona, es ir pintando, y esos cuadros son los que se están enviando a Nueva York para la exposición.

-Una faceta importante de tu actividad ha sido la elaboración de carteles. ¿Tienes un planteamiento diferente cuando trabajas sobre un cartel?
Sí. A veces, en cuanto a carteles se refiere, trabajo por encargo. Se me propone un tema en el que me tengo que manifestar y elaborar un cartel si estoy de acuerdo en dicho tema. Entonces busco ponerme en un estado de ánimo, compenetrarme con aquel problema sobre el que se me ha encargado que trabaje y realizo la obra una vez he asumido realmente la propuesta. Por ello dejo ir mi inconsciente y sale el producto materializado. Como hago con mis cuadros.

-Últimamente has realizado uno de los carteles conmemorativos del Mundial de Fútbol del 1982, el de la sede barcelonesa, ¿qué piensas de tu cartel y de los restantes?
No conozco los otros. En mi caso me sorprendió mucho que me lo encargaran, porque…, confieso que nunca he ido al fútbol. Incluso durante algún tiempo le he tenido bastante manía, porque me parecía que con el fútbol se distraía a la gente de otros problemas más esenciales.

-¿Eso no choca con el método de trabajo que acabas de explicar?
Sí, realmente choca un poco… Y por ello el cartel que he hecho es seguramente algo negativo. He hecho una pelota tachada con una cruz, como si tuviera manía a la pelota, pero parece que ha gustado y ha tenido cierto éxito. A pesar de todo, me costó mucho hacerlo, me tuvieron que presionar mucho para que lo hiciera, me tuvieron que explicar la importancia del cartel, se me insistió mucho, porque en un principio no lo tenía muy claro.
(Conversación traducida del catalán)

Angel Joaniquet

lunes, 26 de noviembre de 2012

Javier “Bubi” Sansó (navegante oceánico)

Bubi Sansó días después de completar su vuelta al mundo a vela (foto: Alfred Farré)
[Entrevista publicada en la revista 'nautas' de primavera del 2008]

"EN 99 DÍAS ME HE ENAMORADO DE ESTE BARCO"

Javier, Bubi, Sansó, navegante mallorquín, ha cumplido con su deseo de dar su primera vuelta al mundo. Lo intentó en el año 2000, y se quedó a mitad de camino, frente las costas australianas. Ahora, con el IMOCA-60 Mutua Madrileña, bajo las grímpolas de los clubes RCN Sanxenxo y RCN Barcelona,  lo ha materializado junto con su amigo, el cántabro afincado en Mallorca, Pachi Rivero. Ambos han hecho historia, ya que son los primeros españoles en cubrir con éxito una nueva modalidad de regata, la vuelta al mundo A-2. Tardaron 99 días 12 horas, 18 minutos 40 segundos en hacer el trayecto Barcelona-Barcelona. Y fue tan dichosa su travesía, que Bubi Sansó quiere continuar navegando, en esta fórmula y ha comprometido a su compañero Pachi, de que harán de nuevo juntos la próxima Barcelona World Race.
- ¿Cansado?
     No. Cansa más el estar en tierra.

- ¡¡Pero después de 99 días en el mar!!
     El mar es la vida, ¿te cansa de la vida?

- Si, pero…
     En un barco coges un ritmo vital, y cuando lo consigues, consideras de lo más normal estar en él. Vives intensamente, pero no te cansas, Puedes agotarte, físicamente, pero con el tierra, Y cuando estás agotado físicamente, descansas, como hace todo el mundo, como los que están en tierra

- Una conjunción total barco-hombre.
     Es así.

- ¿Y tu compañero Pachi?
     También piensa así.

- ¿Sincronizasteis?
     Totalmente. Ya nos conocemos desde hace mucho tiempo, hemos sido compañeros y rivales en los circuitos de competición. Ha sido una convivencia perfecta. Hemos estado como dos buenos hermanos.

- ¿Os lo habéis pasado bien?
     Estupendo. Ha sido una navegación de lo más divertido.

- ¿Pero en algún momento hubo de surgir alguna crisis?
     Solo cuando el barco iba lento, cuando estábamos encalmados, pero cuando el viento se ponía  a unos escasos 10 nudos, todo era felicidad, y no te digo cuando nos venía a 20 nudos y más. Y esto ha sido el 95 por ciento del viaje.

- ¿Las encalmadas fueron tan pocas?
     En relación con todo el viaje si. Pero marcan mucho

- ¿Recuerdas alguna?
     La más agónica cuando entramos en el océano Índico. Parecía imposible que en aquel mar pudiéramos encalmar. No nos entraba en nuestra cabeza, que en el mar más duro del mundo, estuviéramos tirados.... Otra, pero más llevadera, y anecdótica, la que hemos tenido a 70 millas de la llegada a Barcelona. Después de pasar un rugiente estrecho de Gibraltar, con un levante brutal que nos venía de cara, llegar casi a casa y encontrarnos con una suave brisa, también de levante que no superaba los 3 nudos, ha sido extenuante. Y además sabiendo que nos esperaban en Barcelona nuestros amigos. Pero bueno… la llegada ha sido apoteósica.

-  Un recibimiento de héroes en Barcelona...
     Realmente. Muy emotivo, No nos lo esperábamos. Sobre todo, el que fuera tan entusiasta. La salida ya nos sorprendió. La movilización que hubo fue brutal, pero pensábamos que en la llegada estarían los cuatro gatos de siempre, nuestros familiares,  los más allegados. Pero cual fue nuestra sorpresa, a unas cinco millas del Puerto de Barcelona, ver tantas embarcaciones esperándonos, en plena madrugada. Y realmente emotiva ha sido la entrada que hicimos delante de la estatua de Colón. Fue soberbio.

- Con vuestra madrina, la duquesa de Palma,  recibiéndoos...
     Si. Realmente, fue fantástico verla, así como a todos los amigos que vinieron desde Palma. Es una de las cosas grandes que tiene el llegar a tierra. Aprecias más estas situaciones, tan cotidianas, como comprobar que tienes amigos de verdad,  valorar una buena comida…

- Tú eres una especie rara en esto de la navegación en solitario, porque procedes de la tribu de las tripulaciones convencionales.
     Si es extraño. Se puede decir que soy un “rara avis” en este mundillo. Los solitarios son, como dices una tribu muy peculiar. Son navegantes que proceden más de mundo de la aventura. Aquí en España muchos son montañeros, aventureros natos, y en Francia proceden de la casta de los solitarios atlánticos de la Bretaña, y la Vendée, de los barcos "figaro", etc, y yo vengo de la navegación de competición convencional. Pero me gusta, Desde hace tiempo, cuando hace nueve años probé la navegación en solitario y unos amigos me animaron para hacer la Vendée Globe. Me siento bien con esta tribu. 

 - ¿Como empezó aquello?
     El inicio de esta aventura fue con el Old Spice, un barco con el que hice la mitad del recorrido. Ahora con el Mutua Madrileña,  lo he hecho entero, y con buenas vibraciones, sobre todo en el trayecto para mi hasta ahora desconocido de Australia a Hornos.

- ¿Desde cuanto navegas?
     Desde los dos meses. En el barco de mi padre, ya me embarcaron. Mi padre era un aficionado a la vela y con un 9 metros de madera, hice mi primera navegación.  Después he hecho todo, he pasado por el ciclo optimist, el de vela ligera, windsurf, compitiendo en todo tipo de regatas, hasta que me hice profesional a los 22 años. Como tripulante empecé con el Lanjarón, el Nederlander, el Breitling, hice el circuito USA con el Boomerang, y me he dedicado a trabajos de acastillaje y mantenimiento,.Después navegué con los 'maxis', los Munn 36, los IMS y TP52, o sea ha hecho de todo.

- ¿Incluso una incursión en navegación de aventura en tierras polares?
     Sí.

- Hace nueve meses, cuando te propusieron este nuevo tipo de navegación, el A-2, ¿no lo dudaste?
     En absoluto. Fue en julio pasado, con una propuesta de Pedro Campos, que tenía el barco y me facilitó el patrocinio. Me tiré a la piscina. Con ayuda de Pachi.

- ¿Ésta ayuda ha sido fundamental?
     Total, con él he cubierto mi primera vuelta al mundo. Y la primera siempre es la difícil.

- ¿Cómo la del  2000, con tú intento en la Vendée Globe?
     Si. Allí me quede a mitad de camino. Por esto ha sido importante el cubrir bien y llegar bien en la Barcelona World Race.

- ¿Al principio con muchas precauciones?
     Si, hasta llegar al Índico, fuimos muy conservadores. No conocíamos la respuesta del barco, su límite, y fuimos con mucho cuidado. Teníamos miedo de romper, y romper en Canarias, por ejemplo, hubiera sido un gran fracaso, Pero pasado el tiempo vimos que el barco respondía, y que le podíamos pedir más, forzarle algo más y fue entonces cuando iba a las mil maravillas. Y vimos que realmente este barco es esplendido. Y que cuanto más viento tenia, mejor iba. El principio conservador, por poca confianza aún en el barco, al no conocerlo, nos ha condicionado mucho el resultado de la regata, porque después cuando nos desinhibimos, y pusimos el barco a su ritmo,  tal como hicimos en el Indicio y en el Pacifico, llegamos a ser, en estos tramos parciales, los más rápidos de la regata y vimos que teníamos un barco estupendo.

- ¿Qué eufórico lo explicas?
     Es verdad. Incluso te diré, que es un barco con el que puede estar entre los mejores en un próxima Vendée Globe.

- ¿La vas ha realizar?
     Este es mi deseo. Después de cruzar con éxito los tres cabos, gracias a la compañía de Pachi, ahora me encuentro capacitado para cubrir con perspectivas de éxito la Vendée Globe.

- ¿Has roto con el fantasma que impidió completar tu primera Globe?
     Ahora ya conozco el camino, que es lo más difícil. Veo que puedo hacerlo, y estar entre los primeros. Además creo que tengo una ventaja, Muchos solitarios proceden de clases como el “mini 6.5”, los “fígaro”, barcos relativamente de poca eslora, y cuando cambian al IMOCA-60, les supone un trauma de adaptación a un barco de 60 pies. En cambio yo, siempre he navegado en barcos de este tipo de esloras, y el paso a un IMOCA-60 no me es tan difícil. Creo que con este barco puedo hacer muy buenas navegaciones en competición.

- Veo que estás enamorado de este barco.
     Totalmente. Ha sido una compenetración total. Tanto yo como Pachi.

- ¿Pero no lo ves un poco viejo?
     Me das pie a que te responda con un chiste malo.... No. Es muy  competitivo y no es en absoluto obsoleto. Es el antiguo Ecover, y tiene casta.

- Dicen que con un nuevo barco podríais haber hecho mejor papel.
     No lo creo. Mira lo que les ha pasado a generaciones más recientes  de IMOCA,  han roto.

- ¿Porque apuraron demasiado,?
            Seguro. No es lo mismo un barco tripulado por una persona, que por dos, como era el caso. Apuras más de lo debido. El uno por otro se anima a ir a más. No te das cuenta del límite de la embarcación, te encuentras acompañado y esto te envalentona. Sin quererlo fuerzas mas de lo debido el barco.

- Los barcos “nuevos”, no pasaron del Cabo de las Tormentas...
     Eran barcos que aún no estaban probados al máximo. En cambio el nuestro sí. Ya había hecho la vuelta al mundo. Lo cierto es que con la Barcelona World Race, se ha abierto un debate sobre la maximización de estos barcos.  La clase entrará en una nueva fase. Lo bueno que tiene, es que es una clase muy abierta, en cuanto a construcción. Los barcos lo diseñan los propios skippers, es muy creativa, y permite su evolución. Después de la Barcelona, seguro que entrarán nuevos factores de maximización.

-Tuvisteis un gran aliado en esta Barcelona World Race.
     ¿Quién?

- El Temenos II
     Sí (ríe).Evidente. Se convirtió en nuestro gran rival. Nos hacia ir a por él. Fue fantástico, porque fue como nuestro esparring en esta primera vuelta la mundo. Estuvimos a punto de cogerlo, y esto hubiera supuesto podio. Pero ellos también era muy buenos, y  conocedores del barco. El maridaje tripulante y barco es fundamental en este tipo de regatas. Ellos también lo consiguieron.  Lograron n'o romper su barco' y llegar a Barcelona.

- Te veo en noviembre en la próxima Vendée  con el mismo barco y en solitario.
     Sí, sí. Es un buen barco, y creo que podría estar entre los que lucharán por podio.

-¿Te gustaría estar en la próxima edición de la Barcelona World Race?
     Con toda mi ilusión y también con Pachi. Después de esta experiencia en navegar con tripulaciones reducidas, también él se ha contagiado de ella, y de hacerla, seguro que estaremos los dos.

Angel Joaniquet

sábado, 10 de noviembre de 2012

Luís Bassat (publicista y mecenas)

Luís Bassat, publicista, mecenas y aficionado al  mar y al ciclismo (foto: A.J.)

[Entrevista publicada en la revista 'nautas', en el número de invierno del 2005-06]

PASIÓN POR EL ARTE

Luis Bassat, creativo, publicitario, comunicador, responsable de una de las firmas internacionales de comunicación más importantes, Bassat Ogilvy, es, a parte de un gran 'rutero' en bicicleta, un aficionado a los deportes de mar y un apasionado del arte. Estas dos vertientes le motivan en la actualidad a impulsar dos proyectos de trascendencia personal: hacer viable la proyección de los deportes náuticos en los medios de comunicación audiovisual y consolidar un museo especializado de arte contemporáneo en la localidad donde vive, Sant Andreu de Llavaneres. El primero, es un gran reto profesional, sin duda,  el segundo, una ilusión personal, muy importante para él, que tiene como objetivo el reivindicar una generación de artistas y creativos que tuvo su explosión entre la década de los sesenta y la de los ochenta, y que ha pasado un poco inadvertida, incluso olvidada. Un periodo que coincide con el ciclo de mayor efervescencia personal de este creativo de la publicidad y la comunicación que el es propio Bassat.

- Es factible proyectar el espectáculo de este tipo de deporte en los medios audiovisuales?
            Por descontado. El deporte náutico es muy bello. Es fotogénico, dinámico y visual. Además está demostrado que interesa a mucha gente. Al practicante, sobre todo, Pero también tiene un potencial enorme, en cuanto a futuros espectadores. Crea aficionados. Esa gente que, sin practicarlo, le gusta verlo y seguirlo, por el simple poder que tienen sus imágenes. Esto es fundamental.

- ¿El deporte de mar atrae, pero cuesta mucho ponerlo en bandeja?
            Es dificultoso por que se realiza fuera de una cancha convencional, porque está sujeto al capricho de la meteorología y no hay gradas en las que la gente se pueda congregar, Pero tiene la fuerza de su propio desarrollo, que en sí ya es un espectáculo. Y las dificultades que puede haber, tecnológicamente hablando, son subsanables. La dificultad de ponerlo en bandeja, ya no existe.  En todo el mundo las retrasmisiones de regatas son un hecho cotidiano, No es nada nuevo, En los Juegos de Barcelona, ya se realizaron, y a partir de entonces, en muchos países se están cubriendo con normalidad, desde las regatas olímpicas, a los trofeos de grandes eventos internacionales de vela, La misma Copa América, que la estamos viviendo en Valencia, es un ejemplo de lo dicho. Solo es necesario encontrar la voluntad de hacerlo y divulgarlo.

- La vela, es una gran desconocida a nivel audiovisual. Dicen que es una actividad que solo interesa a una minoría…
            No creo que la vela sea para una minoría. Al contrario, la vela cada vez va a más. En todo caso puede ser para una inmensa minoría. La vela es un gran espectáculo, que tiene la ventaja de que se ve mejor en televisión, retransmitida, que en el propio campo de regatas. Sucede igual que con el ciclismo, se sigue mejor una carrera por televisión, que estando esperando en la carretera a que venga el pelotón y que solo dura unos pocos minutos.

- ¿Le falta a la vela, un  Angel Nieto, un Manuel Santana, n Severiano Ballesteros, un Fernando Alonso para convertirla en algo más mediática, como lo es el motociclismo, el tenis, el golf o el automovilismo?
            Hoy por hoy  tenemos a los mejores  navegantes, regatistas, además de estupendas tripulaciones internacionales. Tenemos campeones del mundo, medallas olímpicas, estamos presentes en las mejores competiciones náuticas. Y cada vez hay más público. Solo  hay que saberlo potenciar.

- ¿Usted practica deportes náuticos?
            Vivo en una población, Sant Andreu de Llavaneres, que esta volcada al mar. Sin ver el mar, yo no podría vivir.  He practicado todos los deportes de mar, incluso hice la preparación olímpica en remo, para los juegos de Roma con Pepe Rabell. Soy un apasionado del mar, y de otros deportes, por descontado. Pero el deporte que practico de verdad es el ciclismo. Cada día he de realizar mi paseo matutino a orilla del mar, en donde vivo. Es una necesidad. Y rodar por las montañas del Maresme y el Vallés.

- ¿Y también es un aficionado al arte?
            Desde niño. He vivido siempre rodeado de arte. Mis padres eran unos aficionados a la pintura y a la escultura y de una forma natural he convivido con él. Mi familia eran de las que acudían siempre a las exposiciones de galerías. Creo que mi sensibilidad creativa procede de este entorno que respiré desde muy joven. Y esto me inclinó a coleccionar arte.

- ¿Y de promocionarlo?
            Sin duda, De aquí la idea de hacer un museo para revalorizar un periodo artístico de gran importancia en nuestro país, y que personalmente, creo, está un poco olvidado.

- ¿Cual fue su primera obra de arte adquirida?
            Recuerdo que justo cuando me casé, el arquitecto que construía mi casa, Pep Bonet, hablando de arte y tendencias, me recomendó en una de nuestras tertulias, conocer la obra de un artista, muy novedoso en aquel momento, llamado Angel Jové. Un pintor leridano, que luego protagonizaría una película de Bigas Luna, llamada 'Bilbao', Cuando vi su obra, me cautivó, por su originalidad y creatividad, y decidí comprarle un cuadro. Valía 6000 pesetas, y como  no tenia suficiente dinero, me avine con el artista  a pagarlo a plazos, de mil pesetas cada mes,  así en seis meses ya podía decir que era mío.

- ¿Que año era ?
            En 1965. Fue el primer cuadro de mi futura colección. Le tengo un cariño especial.

- Pero su pasión por el arte le llevó a más…
            Sí, necesitaba el arte, como el comer, el beber, o el respirar. Como elemento creativo era imprescindible para mi propia proyección profesional. Además el arte me sirve de estimulo y de comprensión del entorno que me rodea... Tanta fue mi pasión por el arte, que incluso en el año 1973 abrí una galería de arte en Barcelona, llamada Adria, y que tenia como lev motive, el proyectar y dar salida a importantes artistas del momento, y nuevos valores, hoy auténticas figuras del arte contemporáneo, como eran Ginovart, Rafael Casamada, Artigau, Serra de Rivera, etc.

- ¿Era una forma de tener más de cerca a creadores?
            Era una forma de vivir intensamente mi pasión por el arte y mi estima y admiración hacia los artistas. Quienes exponían en esta galería, a parte de una relación mercantil, había una relación de amistad, que en verdad era lo que me motivaba de llevar una galería.

- ¿Este cariño hacia el arte y su proyección hacia el gran publico es lo que le ha llevado ahora a crear un museo de arte contemporáneo en la localidad donde vive?
            En cierto modo, sí. Siempre he sido un impulsor de ideas, de productos, y con ellos a mis clientes. Mi oficio como publicista, lo tengo muy en las entrañas. Toda mi vida he estado promoviendo, dando a conocer, impulsar, con la publicidad, la creatividad y el marketing, productos e ideas, a clientes, instituciones, entonces, me pregunté, porque no hacer lo mismo con el arte contemporáneo, aprovechando la colección que tengo y decidí poner en marcha este proyecto.

- Un proyecto que quiere llenar un  hueco…
            Este proyecto de  museo de arte contemporáneo, tiene como vocación ser una plataforma para dar a conocer a una generación de creativos, que han pasado desapercibidos, entre la actual generación de artistas y la generación que surgió tras la postguerra. Es dar cabida a una generación que tuvo su  máximo exponencial entre la década de los 60 y los ochenta, y que ha quedado ensombrecida, y no se sabe bien bien por qué.

- ¿El museo estará abierto a todos los artistas de esta generación?
            En principio yo aporto mi fondo, que es un recorrido por esta generación, ya que muchos han sido amigos míos. Son artistas en los que creí en su momento, y ahora aún más porque tienen unos valores excepcionales. Pero a parte de mi colección, el museo ha de estar abierto a otras adquisiciones, por descontando. Es necesario, para que tenga un carácter mucho más completo.

- ¿Por que es un periodo un poco olvidado?
Puede que por ser tan cercano. No sé. Incluso en instituciones museísticas públicas no hay una gran representación de estos artistas. Un ejemplo es  Barcelona, donde está el Museo de Arte Moderno de Barcelona, cuyo recorrido lsólo llega hasta la década de los 40 y el mismo  MACBA, que empieza su recorrido en los años 80. Hay un paréntesis en blanco, de estos largos 40 años intermedios, donde no hay nada de nada. ¡Cuando fue una época muy creativa y vital!.

- ¿Qué nombres caracterizan esta época?
            “A priori” tenemos una lista de unos 70 artistas que han de estar en el museo y que responden a una generación, que si bien está reconocida en todo el mundo, y que figuran en muchas colecciones particulares, no han tenido oportunidad de estar en grandes museos.

- ¿Entre ellos?
            Es el cado de los Arranz Bravo, Bartolocci, Miguel Vila, Gerard Sala, Joan Brotat, el aragonés Víctor Mira, los valencianos Boix, Heras y Armengol, el mallorquín Barceló, que hace de unión a la siguiente generación, con nombres como Gino Robert, Ramon Enric, Isabel Saludes, Phillip Stanton.
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-  Otra pasión que tiene es la escultura.
            Si. Es otra de las grandes olvidadas. Tengo en proyecto convertir una riera del Maresme, en un paseo de esculturas monumentales, con aportación de los más destacados creadores. Hacer un trazado peatonal similar al existente en Santa Cruz de Tenerife, donde hay un paseo peatonal, con obras de escultores contemporáneos como Henri Moore, entre otros.

- En Llavaneras, ¿de qué obras hablaríamos?
            He contactado con Manolo Valdés, un valenciano residednte en Nueva York, y que está entusiasmado con la idea. También están interesados, Sergi Aguilar, el valenciano Andreu Alfaro, Xavier Cordero, el argentino Marcel Martí, Manuel Sola, José Luis Pascual, Enric Planadevall y Josep Maria Riera i Aragó.

- Conocedor del arte como es, ¿que tendencia del arte le gusta más?
            Me interesa todo, desde le abstracto, hasta el actual neofigurativismo. Valoro, más que la tendencia, o el estilo, lo que trasmite el artista. Mi vinculación con el mundo de la creatividad, me hace ser solidario y comprender mucho al artista, como persona y creativo. Veo que tenemos problemas comunes, y sé compartirlos y respetar mucho una obra.

- ¿Su artista admirado?
            Por descontado Picasso. Es el fenómeno del siglo XX. Supo recrear de nuevo el arte, darle nuevos caminos. Supo ir por delante de sus admiradores, que incluso ante sus innovaciones, no podían entenderlo y después los supo convencer de que lo que hacia, era sincero. Dio a entender una nueva forma de ver el arte y sobre todo que gustara. Fue un genio.

-  Un autentico comunicador, ¿no?
            Si, eso un comunicador, que utilizaba el arte como expresión máxima de su persona. Esto, creo, es su gran valor.

Angel Joaniquet

jueves, 1 de noviembre de 2012

Fernando Fernández-Tapias (empresario y cazador)

Fernando Fernández-Tapias, empresario naviero y cazador
[Entrevista aparecida en la revista 'Royal CLUB' en su número de otoño del 2004]

NATURALEZA Y DEPORTE SE CONJUGAN EN LA CAZA

Fernando Fernández-Tapias es persona conocida en el mundo empresarial español. Armador naviero desde muy joven, ha sido presidente de los empresarios madrileños en la patronal CEIM y en la actualidad es el presidente de la Cámara de Comercio e Industria de Madrid y vicepresidente del Real Madrid.
Persona apasionada por la naturaleza, tanto marítima como continental, y el deporte, Fernando Fernández-Tapias es posiblemente debido a esta doble condición, uno de los más carismáticos cazadores de nuestro país. Considera que la caza es una actividad noble y no entiende al cazador que no ame la naturaleza ni respete su equilibrio ecológico. “El cazador debe contribuir al equilibrio de la naturaleza, conservando especies en dificultades e impidiendo la superpoblación de otras que alterarían la buena conservación del entorno” – nos señala. “El buen cazador es respetuoso con el medio porque, entre otras cosas, sabe que el futuro de esta actividad que tanto le gusta depende de la buena salud de este”. En efecto, ya desde la antigüedad, los pueblos cazadores han sido siempre los grandes conservadores del entorno y si España dispone de una gran diversidad natural se debe, precisamente, a que es un pueblo muy aficionado a la caza.
Hombre cordial, expansivo, vitalista, Fernando Fernández-Tapias reconoce que la caza también es una actividad social que enaltece a quienes la practican ya que se caza con amigos, lo que te permite aprovechar estos momentos de camaradería para intercambiar impresiones, vivencias y sentimientos.

 - ¿Desde cuando caza?
Desde hace muchos años, cuando me trasladé a Madrid a trabajar y vivir.

 - ¿Qué encuentra en una jornada de caza?
Ante todo, la caza te permite entrar en contacto con la naturaleza y, además, es una excusa excelente para reunirte con tus amigos.

 - ¿Qué representa para usted esta actividad?
Cazar representa un cambio en la vida cotidiana, una oportunidad de pasar unas horas al aire libre, hacer ejercicio y olvidarse del trabajo y las preocupaciones. Además, la caza, un deporte tan antiguo como noble, es también una actividad social que cuando se practica entre amigos que a su vez son empresarios te permite aprovechar los lapsos anteriores y posteriores a la caza en sí misma para cambiar impresiones y dar y recibir información de interés. Es, en fin, un motivo de reunión que nos permite hablar de infinidad de cosas.

 - ¿Qué modalidades de caza le gusta más?
          La caza menor en sus diversas modalidades, en puestos o caminando. En los cotos a los que yo voy predomina sobre todo la perdiz. De todos modos, no desdeño la caza mayor y reconozco el placer que proporciona cobrarse un buen venado.

 - ¿Qué zonas de caza prefiere?
         En España, si nos referimos a la caza menor, hay zonas excelentes no excesivamente alejadas de Madrid, como Castilla–La Mancha o Extremadura… La caza mayor, por el contrario, es más complicada por ser más escasa y sus cotos estar más alejados.

 - Aunque también hay buenas zonas, ¿o considera que para cazar en mayor hay que ir a puntos de Europa o África?
Aunque en Europa hay buenas zonas de caza, sobre todo en los países del Este, y muchas reservas africanas viven y se mantienen económicamente gracias a la caza, España, también considero, es un país privilegiado para practicar esta caza, tanto por la extensión como por la variedad de zonas.

 - Sin embargo, dicen, que los terrenos son pequeños, que las normativas son demasiado 'encorsetadas', que …
... no. No. Hay terrenos muy buenos para la caza mayor, lo que ocurre es el elevado número de practicantes que quieren practicarla, lo que hace muy difícil hacerlo en terrenos abiertos y, además, los cotos están muy solicitados. Por ello ésta caza es más difícil.

 - ¿Se pierde por ello una actividad económica que sería interesante aprovechar?
Si queremos que la caza sea un atractivo económico, sobre todo para atraer turismo de calidad y, en consecuencia, una fuente de ingresos para nuestro país, hay que diseñar una estrategia para disponer de mayores territorios. Siempre cumpliendo estrictamente las normas establecidas por la Administración y que permitan la conservación y renovación de las especies en estos territorios.

 - ¿Gracias a la caza se mantienen reservas ecológicas que sin ella hubiera sido imposible de proteger?
Sí, evidentemente. La caza debe contribuir al equilibrio ecológico, conservando especies en dificultades e impidiendo la excesiva superpoblación de otras. En este sentido, el papel de los cazadores y de las diferentes administraciones es fundamental y los cazadores debemos concienciarnos de la necesidad de cumplir la normativa existente con escrupuloso respeto.

 - ¿De qué cacería guarda mejor recuerdo?
Quizá el recuerdo más satisfactorio sea el de una cacería en que abatí un número importante de perdices en una sola jornada.

 - ¿Qué personajes históricos y actuales admira como grandes cazadores?
Creo que el conde de Yebes ha sido la gran figura de los cazadores españoles, reconocido tanto a nivel nacional como internacional. España ha sido, y sigue siendo, cuna de grandes cazadores, por lo que dar nombres sería arriesgado ya que podría ser injusto. Lo que sí puedo decir es que tengo grandes amigos con los que comparto la afición por la caza, como Juan Abelló, Isidoro Álvarez y el conde de Tebas, entre otros.

Angel Joaniquet

martes, 30 de octubre de 2012

Joaquín Coello (presidente del Puerto Barcelona y navegante solitario)

Joaquín Coello, presidente del Puerto de Barcelona, ingeniero naval y navegante solitario [foto: Diego Munoz]
[Entrevista publicada en la revista 'náutas' de invierno de 2004-05]

“DEL MAR SÓLO RECUERDAS LAS BUENAS SINGLADURAS”

Joaquín Coello Bufrau, ingeniero naval y navegante, combina sabiamente su afición por el mar y la dirección de empresas. Nacido el 17 de octubre de 1956 en Salamanca, ha sabido navegar en el matemático mundo de la ingeniera y de la dirección de empresas, con el más volátil mundo de la navegación propulsada por el viento. Es decano del Colegio oficial de Ingenieros Navales y Oceánicos.
Ha sido jefe del programa de submarinos tipo “Daphne” (1970-1972) e ingeniero de proyectos (1973-1980 y 1982-1984) en la E.N.Bazán, en el astillero de Cartagena. En este periodo pidió una excedencia de 20 meses, entre 1980-1981, para realizar el proyecto náutico de la Vuelta al Mundo a vela a bordo  del Licor 43.
Después fue director  del estudio de la fragata NFR90 en el Internatinale Schiffs Studien de Hamburgo en dos periodos, el comprendido entre 1984 al 1986 y el de 1989 a 1990. Responsable desde 1986 a 1988 de los portaviones y fragatas FFG para la Marina Española en la E.N.Bazán, en el astillero de Ferrol, ha sido también director general de la empresa Industria de Turbo-Propulsores y presidente de la Engine Sectorial Group (asociación de fabricantes europeos de material aeroespacial) hasta el 2002 y presidente de Eurojet hasta el 2002 y director general de Gemasa Power Systems y de Gemasa Eolica hasta el 2004. Paralelamente a esta frenética actividad profesional, desde 1995 a 1999, fue el director técnico y presidente del Comité Técnico del Desafío Español para la Copa América del año 2.000.
En abril del 2004 es nombrado presidente de la Autoridad Portuaria de Barcelona.

 - ¿Desde cuando le viene su afición al mar?
            Me viene desde niño. Mis padres veraneaban en Sant Feliu de Guixols, en la Costa Brava, y con otros amigos y compañeros de juegos, siempre correteábamos por la playa y el puerto. Allí, un grupo de amigos, nos iniciábamos de una forma muy natural con la navegación, aprendiendo  con los dinghis varados en la playa.

 - ¿Cual fue su primer barco?
            A los 13 años me regalaron un snipe, muy destartalado y fue una ocupación de juego, durante aquel verano. El repararlo y ponerlo a navegar fue todo un estímulo. Lo conseguí, y después de muchas horas de trabajo, que me sirvió de aprendizaje, realicé con él, y con otros amigos, mis primeras navegaciones. En aquellos años la Costa Brava no estaba tan congestionada como ahora, y en compañía de compañeros con los que aún me unen lazos de amistad, como Ricardo Lavilla y Jaime Mascaró recorríamos la costa de arriba a bajo y con una tienda de campaña, que llevábamos a bordo, una vez varados en alguna de las calas de la costa, pasábamos la noche bajo la lona, para proseguir al día siguiente con la travesía.

 - ¿Pronto debieron quedar estrechas estas navegaciones?
            El mar siempre te pide más. Conocida la costa por la que navegábamos, nuestra afición nos arrastraba a retos más importantes. Fue a finales de los 60 cuando con Jaime y Ricardo se nos presentó la ocasión de adquirir un velero de crucero. Era de séptima mano, como  mínimo, pero nos pareció único.

 - ¿Debió ser su primer Gudrum?
            Si, muchos barcos salidos de Sant Feliu han tenido como nombre Gudrum.

 - ¿A qué responde esta fijación, de la diosa mitológica germana?
            Este barco vino del norte de Alemania por el año 36. Con la guerra española, se quedó aquí en España, ya el patrón parece ser que lo abandonó, tras huir de nuestro país de forma precipitada. Nunca más se supo de él. El barco era de madera, de una excelente teca de Birmania, muy bonito. Después de pasar por más de siete manos, de distintos propietarios, lo compramos a finales de los años 60, recuerdo por 125.000 pesetas.

 - ¿Como era ese Gudrum?
            Era muy nórdico, típica estampa de los que se construían en Bremen en los años 30, muy “báltico”, es decir con popa nórdica, de 7,50 metros de eslora, y como dicen los ingleses, muy marinero, ya que según ellos, “un barco bonito es un buen barco”, y este lo era.

 - ¿Que navegaciones hizo con él?
            Muchas, por todo el Mediterráneo occidental, toda la costa española, las islas [las Baleares], Fue un periodo muy divertido. El viaje de bodas, lo hice precisamente en este barco.

 - ¿Siguió navegando con él?
            De forma intermitente, ya que como ingeniero naval me trasladé, acabada la carrera,  a Cartagena a trabajar en los astilleros de la Bazán. Ya no tenía tantas ocasiones de navegar cotidianamente con él, pero una vez en Cartagena, el gusanillo de la navegación a vela siempre lo he tenido, inicié la construcción de un barco, que me entretuvo y me estimuló durante tres años.

 - ¿Lo construía en madera?
            No, en aquella época ya se hablaba de cambios de materiales para la construcción naval recreativa. Opté por el acero, siguiendo los planos del diseñador belga van der Biel. Con este futuro barco soñaba cruzar el Atlántico, llegar a las Antillas, realizar el mítico viaje de los Alisios. Lo llamé Hierro.

 - El Hierro respondía a otro criterio de navegación más dura, ¿no?
            Sí, era un barco pensado para la navegación de altura. Tenia 9.60 metros de eslora. Para probarlo, navegué, en mis periodos de vacaciones por el Mediterráneo meridional, llegando a Cerdeña y subiendo a Córcega, pero era un barco demasiado pesado y comencé a pensar en los inconvenientes del barco de acero de pequeña eslora para las travesías a vela. Poco maniobrable y muy lento y pesado.

 - Por entonces, ¿no se utilizaban ya las fibras?
            Si, pero estaban a unos precios muy desorbitados y se necesitaba un molde que encarecía muchos los costes, por esto decidí, analizar el aluminio, como material base. A parte, la fibra no estaba probada para navegaciones en condiciones extremas y era utilizada sólo para barcos de pequeñas dimensiones. Yo quería un 38 pies, y después de estudiar el diseño del nuevo barco, hice un programa de ordenador para determinar la velocidad óptima que podría dar a varios materiales convencionales y la conclusión a la que llegué fue que el acero para embarcaciones de tamaño reducido no era el material adecuado, en cambio el aluminio, era el material que optimizaba al máximo la relación de poco peso y velocidad, a parte de dar resistencia, y por ello seguridad, a la solidez del casco.

 - Y se puso a construir su tercer barco de vela
            En Cartagena inicié los estudios para construir un 38‘, en aluminio, que también se llamó Gudrum.

 - ¿El cuarto Gudrum?
            Sí. Con él quería llegar a las Antillas, pero era difícil, ya que tuve que conjugar mi trabajo con la afición a la náutica, Y la solución llegó de forma providencial inscribiéndome en una regata en solitario, que salía del puerto francés de  Saint Malo y que su destino era Pointe-à-Pitre, en la Antilla francesa. Era la primera Transat francesa, y la llamaron La Route du Rhum [la Ruta del Ron], y quería emular a la típica Transat en solitario inglesa, la mítica OSTAR.

 - La rivalidad francesa ante los ingleses estaba en el orden del día en aquella época, 1978. ¿Qué edad tenia?
            Unos treinta años. Hice un programa de preparación y me inscribí.

 - Una regata, que por cierto, a nivel personal, fue un éxito…
            Quedé sexto.

 - Toda una proeza. Recuerdo que fue el primer navegante solitario español, que en regata, cruzó el Atlántico. Y tuvo mucha repercusión mediática…
            La regata tuvo mucha repercusión, ya que todo el poder mediático y propagandístico francés se puso a su servicio, Además ocurrió lo de la desaparición del regatista francés Alain Colas. Todo esto, junto mi buena posición final, hizo que, incluso, se valorase aquí en España mi aventura.

 - Fue nombrado deportista náutico del año.
            Acabada la regata, era por la Navidad del 78, se estaba preparando el Salón Náutico de Barcelona del año siguiente, que se celebrada en febrero, creo, y la Federación de Vela, presidida por Miquel Company abogó para que fuera nominado mejor deportista náutico del año. Recuerdo que hubo una serie de discusiones en otras federaciones relacionadas con el mar –no sé si la de remo, la de actividades subacuáticas, o la de motonáutica-, que no se ponían de acuerdo de quien podía optar también por esta mención, y al final se decidió, en plan salomónico, nombrarme a mí como deportista del año.

 - Felicidades, por que partir de entonces la vela toma cada vez más fuerza a nivel de navegación oceánica en nuestro país, y pocos años después impulsa un proyecto de dar la vuela al mundo en vela crucero…
            Una sinergia llevaba a la otra. Era una ilusión y un desafío, ya no sólo personal, sino de grupo. Incluso para la industria náutica, en aquel momento en plena ebullición, era un reto a tener en cuenta.

 - ¿Y consigue el apoyo de Licor 43?
            En España, en aquel entonces no existía la esposorización en la náutica oceánica, y debido a que me encontraba en Cartagena y ésta fábrica de destilados estaba en aquella ciudad, no me costó mucho convencer a su propietario, una excelentísima persona, amante del mar y entusiasta, en que apoyara el proyecto. Pagó el barco y gracias a él fue el primer barco español que participó en ésta celebre regata, entonces llamada Whitbread Round the World Race y a que ahora se ha rebautizado como la Volvo Race.

 - Fue un hito en la historia de la navegación española a vela.
            Sí. Fue el inició, la primera ruta alrededor del mundo en regata de un barco español. Era una prueba que para muchos, pensaban, estaba reservada a locos. Cuando participamos ya era una regata mítica, se habían realizado dos ediciones,  la iniciada en 1973 y la de 1977. En aquella segunda edición participaron dos regatistas clásicos de la vela española, Enrique Vidal y Enrique Zulueta. Pero el Licor 43 fue el primer barco enteramente español que la cubrió. Era la tercera edición de la Whitbread, con salida de  Portmouth el 29 de agosto de 1981, y estuvieron como tripulantes nombres que después marcarán el ritmo de la navegación hispana como Tomas Gallart, Jordi Bufrau, Toni Guiu, Rafa Tibau. Quino Quero… En este sentido fueron unos pioneros.

 - ¿Como ve el diseño náutico español actual, que supongo poco tiene que ver con el existente en la época de la Whitbread?
            No tenía nada que ver en absoluto. Aquello era como la edad de piedra, comparado con ahora. Entonces se estaba muy influenciado por la regla, que era el IOR. Además los cálculos de ingeniería aún se hacían y se dibujaban a mano. También se ha avanzado años luz en la cuestión de materiales, cada vez más ligeros y resistentes. En la actualidad el diseño español es uno de los mejores del mundo. Hay grandes diseñadores. Sólo cabe recordar a Botín, un auténtico creador y gran imaginativo, a Ruiz de la Elvira, que domina a la perfección la tecnología como nadie. Los dos están implicados, y no es una casualidad, en la vanguardia del diseño náutico y en nómina en varios proyectos Copa América.

 - ¿Que hitos históricos han marcado el diseño naval de yates?
            Soy de la opinión que el gran mago del diseño náutico en yates de vela ha sido Bruce Farr. Es junto con Olin Stephen, los dos grandes revolucionarios, los verdaderos creadores del actual diseño del  yachting oceánico. Después de ellos, todos lo demás, han sido buenos reformadores, seguidores y adaptadores de las grandes innovaciones realizadas por estos dos genios, primero las concebidas por Stephen y después por Farr. Los demás no dejan de ser unos buenos evolucionistas.

 - ¿Cuales son sus aportaciones?
            Olin Stephen fue el pionero, creó, con sus líneas y conceptos, el modelo actual del gran barco de regatas. Y Farr puso alas a los monocascos. Sólo basta recordar la regata del mundial de OneTon que se disputó en Toulon. Mientras el resto de la flota aún no había alcanzado la boya de barlovento, el prototipo de Farr ya estaba de vuelta de todo. Su diseño revolucionó el mundo de la vela de crucero. Y en la actualidad aún se nutren de su innovación los arquitectos navales.

 - ¿Monocasco o Multicasco?
            Son diferentes. Son dos conceptos y navegaciones distintas, pero yo, personalmente, prefiero el monocasco. Siempre he navegado y navego en monocasco. Para mi, disfrutar de una ceñida, no hay nada que lo supere. A quienes nos gusta navegar a vela, sabemos a lo que me refiero: el valor de la ceñida, no tiene precio. Además son dos concepciones diferentes de entender la navegación: en el caso del monocasco es estabilizar un barco mediante el peso y los componentes de fuerzas de mar y viento, en el caso del multicasco, ya sea catamaranes o trimaranes, es estabilizarlo por la forma del barco. Este último caso prima la navegación con vientos largos y portantes, no las orzadas.

 - ¿Qué singladura recuerda con más agrado?
            Muchas, sobre todo las que he realizado en solitario. Para mí este tipo de navegación tiene un sentido muy especial, ya que estás tú sólo, contigo mismo, con el barco, el mar y el viento. Sientes perfectamente el barco, y su reacción ante el mar y con uno mismo.

 - ¿Y la peor?
            Los malos recuerdos se olvidan, pero siempre recordaré capear una borrasca, al sur de Ibiza, con un MoniTon [velero de 6 metros de eslora] en una edición de la Mare Nostrum.

 - ¿No se acuerda de la borrasca tropical en la Ruta del Ron?
            También, en pleno Atlántico, pero no me sorprendió tanto, aunque delante mío tenia a Alain Colas, que desapareció en el mar a consecuencia de este temporal y se perdió el catamarán en el que navegaba…, también recuerdo las duras travesías que pasamos en la Whitbread, con rotura de mástil incluida…, pero en el mar siempre se recuerdan los mejores momentos, que son la mayoría.

Angel Joaniquet